Versales # Luciérnagas huyendo de la luz de Pilar Sánchez-Serrano
LUCIÉRNAGAS HUYENDO DE LA LUZ
Comienzo a vislumbrar una salida al túnel,
Tus manos.
Tus dedos penden sobre mi abismo,
Se ofrecen.
Te entregas suspendido al caos,
Me ayudas.
Levántate dice tu voz de enciclopedia,
El mundo está pariendo.
El mundo está sufriendo un aborto,
El mundo está engendrando un diablo,
El mundo agonizante
El mundo prostituyéndose en tu esquina,
La misma en la que compras el pan,
El alimento por el que tú engreído.
Ya no das ni las gracias.
Ya no encontramos la poesía en las manos de harina,
En las manos de arcilla, en las manos cicatrizadas,
En las manos sucias del labriego.
Tus manos,
Sufren tirando de mi peso hacia la luz,
La luz tintinea como una bombilla cansada,
A punto de fundirse en una pesadilla.
La luz
La luz alumbra.
La verdadera luz quema, marca los compases.
Estoy buscando la luz,
Miro al sol para no quedarme ciega.
¡Estoy buscando la luz!
Y tus manos…
Tus manos hacen sombra a ese propósito.
Tus manos son farola en este desierto,
Tus manos enrojecidas de obrero,
Delicadas como las de un pianista,
Altivas como las de un autógrafo,
Retienen mis ojos, cogen mis pupilas como a un pajarillo,
Desvían mi mirada hacia tu cuello,
Hacia tus vibrantes ojos,
¿Y dónde está la luz? Pregunto…
Mareada como una presa en brazos de un águila,
Vuelvo al túnel, a la escalera…a subir peldaños
Peldaños de rodillas hacia tu bóveda,
Pez en gigante pecera,
Consciencia. Boca. Pies.
Tu luz, tu luz es verdadera.
Todos necesitamos pintar un Dios en las cavernas.
Pilar Sánchez-Serrano